domingo, 2 de marzo de 2014

CRÓNICA DE LA MARATÓN DE SEVILLA 2014

Era la primera vez que me marcaba un objetivo tan ambicioso, como el de acercarme todo lo que pudiera a las tres horas en un maratón. Había entrenado para ello y había muchas posibilidades para conseguirlo. Las pruebas que venía haciendo durante estos tres meses de preparación así lo decían. Pero una maratón, a pesar de que fuera la sexta que corría, merece el respeto que tiene. Es una carrera muy larga, donde el tener una mente lo suficientemente fresca para regular ritmos y no pagarlo en los últimos 12km. es muy importante.

Siempre de todas las competiciones que participo aprendo algo. Cosas que han funcionado o cosas que no han salido como uno esperaba. En esta ocasión, además de intentar conseguir esa meta. Quería ser constante en mis ritmos de carrera. Aprender de todas las maratones anteriores y dosificarme. Pasar el muro con las mayores fuerzas posibles.

El día D, había corrido la maratón en mi cabeza muchas veces. Me presentaba una vez más a una de las pruebas de resistencia más duras del atletismo. Llevaba dos años sin competir en maratones, desde Valencia 2012, ya que me había centrado en la preparación del Ironman.

En el momento de la salida, bastante tranquilidad, como viene siendo habitual. Repasar la estrategia a seguir, mantener un poco el calor en el cuerpo, la música animando el ambiente. Una temperatura privilegiada. Me iba a enfrentar de nuevo a una maratón.


Y al final el resultado, 03:04:55, un tiempo muy bueno. Muy satisfecho con el trabajo realizado, Y sobre todo con la regularidad de los ritmos. No desfallecí en ningún momento e incluso tuve fuerzas para apretar en los dos últimos km. Y como siempre, el momento de la llegada a la meta, al kilómetro 42,195 muy emotivo, acordándome y mucho, de los que tengo cerca, de los que quiero mucho. Pero También un momento para los que ya no están. Por ellos también va esta maratón. Cuando llegué a meta, solo podía llorar de alegría por el logro, por el tiempo conseguido.

Agradecer la compañía de David durante todo el fin de semana, por haber completado junto a él una maratón más para nuestro curriculum oculto. A mi tío Jaime, por todos los buenos consejos que me da con cariño. A mi familia que siempre están conmigo. A todos los que no me puedo sacarme de la cabeza a pesar de que pase el tiempo. Y a la gente del club Triatlón Tres Cantos, por sus ánimos.

Ahora toca seguir entrenando para las dos grandes metas propuestas para el año, el Ironman de Vitoria y el Ironman de Calella. Una semana de descanso y otra de puesta a punto.

Saludos de maratoniano.

2 comentarios:

  1. Bravo crack, ya caerán las 3 horas, tienes calidad para eso y más.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Carlos, muchas gracias por todos esos buenos consejos. Y sí, todavía hay gas para seguir bajando, al menos un poco más jajjjaja.

      Un abrazo, nos vemos pronto.

      Eliminar